El cantón Balzar, ubicado en la provincia del Guayas, es un lugar productivo, y tiene como principal afluente al río Daule; arteria por la que fluye la sabia que alimenta los maizales, arrozales, bosques y potreros.
Este cantón de la región Costa es la cuna del queso y la chucula (colada elaborada con plátano maduro y leche) más grandes de Latinoamérica y el mundo. A sus habitantes se los denomina “Come chucula” a lo que ellos responden: “Con orgullo y gracias a Dios”.
Balzar es nostalgia y añoranza para 12.000 de sus hijos que, en la última década, emigraron a Italia y España. Es acogedor para propios y extraños, y tiene su origen debido a que en este lugar estaba situado el punto principal de salida de los palos de balsa, que sus pobladores sacaban de sus frondosas montañas; árboles que abundaban y que dio el origen al nombre de Balzar.
“El romance con el río Daule persiste hasta hoy”
Hace varios años cruzaban por el río 3 gabarras: 2 para vehículos y 1 para caballos, se recorría diariamente de orilla a orilla para facilitar el paso de hombres, carros y animales, que por polvorientos caminos traían: queso, leche y otros productos de la zona oeste del cantón Olmedo, Santa Ana y Manabí. “Esto era solo en verano, en invierno todo se sacaba en canoas”, cuenta Feliciano Pereira, quién hasta el día de hoy cruza en la gabarra que transporta a diario cerca de 150 vehículos.
En Balzar el ajetreo diario es en la vía Guayaquil-El Empalme, donde la economía se mueve por la producción agrícola y ganadera. Los balzareños se enorgullecen por ocupar los primeros lugares en el país en la producción de maíz duro, con sus 18.000 hectáreas de sembríos, según estadísticas de la empresa Pronaca y las Asociaciones de Agricultores de la localidad.
Al oeste se asientan las haciendas ganaderas, de donde se obtiene la producción de miles de litros de leche y toneladas de queso. Desde hace cuatro años, en agosto y con ocasión de las fiestas patronales de San Jacinto, por iniciativa de la iglesia y el auspicio de la Asociación de Ganaderos, se realiza el festival cultural que incluye la elaboración de la chucula más grande del mundo y el queso más grande de Latinoamérica.
“Es un homenaje a la productividad; todos aportan con los ingredientes”, explica el párroco, del cantón.
Al sur están los arrozales y bananeras. En la última década surgió una alternativa: la teca, pues existen 4.300 hectáreas de este árbol de madera fina que dos consorcios exportan a Europa. Cada metro cúbico cuesta USD 75. También se cultivan productos como: cacao y sandía, pero sobre todo decisión, esfuerzo y tesón para mantener verde la tierra y recoger sus benditos frutos.
Asimismo para quienes visiten este hermoso cantón y deseen refrescarse pueden optar por visitar las playas de agua dulce, las que sobre todo se pueden disfrutar durante el verano (entre los meses de mayo a diciembre).
DATO: Una de las formas en que este cantón demuestra su potencial ganadero es en la preparación láctea artesanal de denominada “La Cuajada”, que se la puede adquirir en el Parque central de la cabecera cantonal.