Rocafuerte no solo es dulces, también tiene hermosos parajes naturales y lugares con alto contenido religioso y cargado de leyendas. Uno de esos lugares turísticos es San José de Las Peñas, donde se tejen verdaderas historias de milagros por parte de los feligreses.
San José de las Peñas está ubicado a 4 kilómetros de La cabecera cantonal de Portoviejo. Permanentemente es muy visitado por miles de devotos de La Virgen Blanca, imagen ubicada en ese lugar desde 1988 por los sacerdotes Agustín Cují y Francisco López, donada por doña Teresa a quien cariñosamente la conocen como “La Toronga”.
San José de Las Peñas es un lugar turístico y religioso que limita al norte con la comunidad de Buenos Aires, al sur con Sosote, al este con Tierras Amarillas y al oeste con la comunidad de La Sequita de la parroquia Picoazá. Su clima es cálido – seco, y tiene una topografía muy irregular.
Para llegar a este hermoso paraje natural usted lo puede hacer por la vía principal que conduce Portoviejo-Crucita, en ese lugar encontrará un letrero gigante que dice “BIENVENIDOS A SAN JOSE DE LAS PEÑAS”. La entrada principal está asfaltada, aproximadamente 2 Km, de ahí en adelante el estado de la vía es polvorienta llena de huecos y montes, pero aun así los fieles devotos de la Virgen Blanca llegan al lugar movidos por la fe. Arriban de diferentes partes de la provincia y el país, unos acuden a pedir un milagro, otros a agradecer los ya recibidos.
La Virgen Blanca celebra sus fiestas el 31 de mayo de cada año, fecha en que recibe a miles de sus devotos, que llegan y se postran a los pies de la imagen luego de una larga caminata, que se inicia desde San Pedro de Sosote hasta San José de las Peñas.
La Virgen está sobre una piedra gigante, de donde brota una vertiente de agua salobre, que los feligreses recogen en botellas para llevar y beber porque dicen que a través de ella la Virgen les cura de muchas enfermedades.
Sobre el lugar se tejen varias leyendas, pero la más repetidas es de que si saca la gigante roca donde está la Virgen se abrirá una puerta al mar, y que por allí entrarán sus aguas. De allí el cuidado de ese lugar, que se ha convertido en un verdadero atractivo turísticos para muchos y que consta como uno de los lugares muy visitados de la provincia.
DATO: Cuenta la historia que los habitantes de la comunidad San José de las Peñas permitieron la colocación de la Virgen Blanca en el año 1988, época desde la cual al sitio se le conoce como la Gruta de la Virgen Blanca de las Peñas. Hace unos 40 o 50 años la zona era el refugio de cuatreros y se dice que se colocó la imagen para purificar el lugar por la presencia de gente de mala reputación.