IBARRA, Imbabura.- Ibarra, la “Ciudad Blanca a la que Siempre se Vuelve”, es conocida por sus hermosos paisajes. Uno de ellos la laguna de Yahuarcocha, un ícono natural que hace que este cantón sea visitado por turistas locales, nacionales e internacionales.
Pero no solo la belleza paisajística de Ibarra es reconocida por propios y extraños. Una sinnúmero de sabores atraen a los visitantes en un mundo de delicias, que van más a allá de los tradicionales helados de paila o las empanadas de morocho. En las comunidades rurales de este hermoso rincón imbabureño, aún se prepara las morcillas, las papas con pepa o el berro.
Las hábiles manos de doña Rosario Guerra, de 57 años de edad, elaboran todos los miércoles, viernes y domingos la morcilla, un plato tradicional de la zona andina realizado a base de las vísceras del chancho, rellenas de arroz, chicharrones y sangre de cerdo, col, zanahoria, alverja, diferentes hierbas y otros productos, que dan un delicioso sabor a la preparación.
“Lavamos el tripaje varias veces hasta que se quite el olor característico que tiene. Luego procedemos a rellenarla”, explica la mujer. Para doña Charito, como la conocen sus vecinos y clientes, preparar la morcilla es una tradición familiar. Cuenta que la elaboración de este alimento la heredó de su madre.
Recuerda que en su natal San Gabriel, provincia del Carchi, su progenitora se levantaba muy temprano para cocinar la morcilla. “Desde niña vi como mi mamita las elaboraba para todos los vecinos y así aprendí. Se levantaba muy temprano a lavar las tripas del chanco y con gran rapidez las rellenaba”, cuenta la mujer; “yo le doy ese saborcito especial con varios condimentos naturales como el orégano, la hierba buena y otras hierbitas”, dice.
Doña Charito sirve la morcilla acompañada de mote, tortilla de papa, ensalada de tomate o remolacha. Si quiere degustar este tradicional plato, no dude en visitar la feria que los miércoles y viernes se desarrolla en la Plazoleta Francisco Calderón, en Ibarra.