TENA, Napo.- Fernando Pasochoa, es uno de los 120 informales que han sido regularizados y capacitados por el programa municipal “Tena cantón de emprendedores”, actualmente tiene su sitio de trabajo en el interior del Terminal Terrestre de esta ciudad, es betunero desde hace 10 años, oficio que le ha permitido llevar el sustento a su hogar.
La iniciativa de formalidad para los vendedores ambulantes y betuneros, tiene su origen en la creciente informalidad en la ciudad y la falta de higiene en la venta de comida preparada en las calles, nos explicó Marco Araujo, Director de Desarrollo Social de la municipalidad de Tena, y para este tipo de acciones y programas cuentan con un presupuesto de $897.000.
Así como Fernando, el ambateño Segundo Chango, recorre la ciudad con impecable uniforme camiseta blanca y gorra del mismo color, con carretilla y recipiente, ofrece a quienes se les acercan un vaso con refrescante jugo de naranja. Para poder ejercer sin contratiempos su labor, tuvo que asistir por varios meses a los talleres de capacitación que les dictaba la municipalidad en temas relacionados a la manipulación de alimentos, higiene y atención al cliente.
El trabajo municipal no solo se centra en la gran obra física de la ciudad, sino también en la humana y solidaria para el crecimiento social y económico de la población. Alrededor de 120 vendedores ambulantes y betuneros han recibido indumentaria y herramientas de trabajo, según cifras emitidas por el departamento de Desarrollo Social. Ahora Fernando y Segundo pueden ejercer sin ningún contratiempo su labor que les permite llevar el sustento económico a su hogar y aportar al crecimiento de la ciudad y la provincia.
Marco Araujo, puntualiza que el apoyo municipal se concentra en las ideas innovadoras con las que aportan las personas que han adquirido conocimientos durante las clases de preparación académica que imparte la municipalidad a la comunidad, un caso concreto de emprendimiento es el de un grupo de personas en la comunidad de Chambira, que abrieron un local de confección de ropa deportiva y recibieron una maquina industrial y herramientas, todo gracias al aporte de la empresa privada y al apoyo del cabildo.