PIÑAS, El Oro.- La Reserva de Buenaventura pertenece a la Fundación Jocotoco desde 1999, es un bosque que alberga una gran variedad de especies de flora y fauna silvestre, muchas de ellas endémicas y algunas en peligro de extinción.
Robert Ridgely, quien es un observador de aves de fama mundial y presidente de la Fundación, fue adquiriendo las tierras de la Hacienda Buenaventura para convertirla en un santuario natural, en primera instancia compró 300 hectáreas de terreno con bosques y pasto, pero para finales de 2005, se amplió cerca de 1.500 hectáreas, buscando extenderse hasta 5.000 hectáreas.
La zona es conocida por ser una de las más ricas, pues posee varios sitios de ornitología de fácil acceso en Los Andes ecuatorianos. Protege una angosta zona de bosque nublado y de hábitat y otra zona de laderas secas al oeste de los Andes en el sur de Ecuador.
Este lugar es el preferido por turistas nacionales y extranjeros que llegan al cantón Piñas de la provincia de El Oro, puesto que en la reserva pueden observar una infinidad de aves, así como degustar de varios escenarios naturales, propios para realizar actividades ecoturísticas.
Como llegar
Para llegar a la reserva, desde Piñas, se toma la vía a la costa, Machala, donde a solo 9,5Km se puede llegar a este lugar; o, quienes van desde la costa, deben ubicarse a la altura del Centro Turístico Selva Alegre y desde ahí recorrer aproximadamente 5km por una vía de segundo orden, hasta llegar al Umbrellabird Lodge, donde pueden hospedarse en caso de que lo requieran.
El clima promedio es de entre 14° y 26°C, entre los principales lugares que se puede encontrar están: el ¨Chorro Viringo¨, ¨Las Bateas¨, el ¨Jardín de Colibríes¨, entre otros. El objetivo de este lugar, es que sus visitantes se desconecten de la tecnología, de la contaminación de la urbe y los ruidos de ciudades.
Los turistas también tendrán la oportunidad de observar las aves, alimentarlas y estudiarlas, puesto que habitan más de 320 especies; de las cuales 30 son endémicas y 12 se encuentran en peligro de extinción. Entre las especies que se puede apreciar en este hermoso lugar están: el perico de Orcés, el exótico pájaro Paraguas Longipéndulo, el gavilán Dorsigris, el Chachalaca Cabecirrufa, y el hermoso Tapaculo de El Oro.
También existen 36 diferentes tipos de colibríes, los cuales pueden ser observados en jardineras, convirtiéndose en el principal atractivo de este lugar, gracias a la belleza de su danza aérea y su plumaje.
Otra de las especies que llaman la atención son las mariposas, pues existen más de 255 especies, de las cuales 60 especies son diurnas y 195 son de tipo nocturna. También es común encontrar una variedad de tigrillos, monos, armadillos, iguanas, cuchuchos, zorros, pumas, guatuzas, puercos del monte, entre otros.
Para los amantes a la flora, la gran variedad de plantas es única, en especial para quienes gustan de las orquídeas, pues podrán encontrar dos de las trece especies de orquídeas originarias de esta región.
DATO: Este bosque nublado tropical depende de la humedad que proviene del océano Pacífico (localmente llamada garúa), que se enfría conforme asciende hacia las montañas. La relativa ausencia de sol reduce la evapotranspiración y mantiene al bosque en apariencia húmeda incluso durante la estación seca, cuando las lluvias son escasas. La parte baja de la reserva es mucho más soleada, seca y tiene un aspecto más “tumbesino”.