TENA, Napo.- La densa Amazonia siempre ha sido y será un lugar mágico, con leyendas y cuentos que van de la mano de las tradiciones y costumbres de los pueblos que han poblado esa región, su cosmovisión siempre ha estado ligada a los animales y a la naturaleza, es por eso que sus conocimientos son adquiridos con el contacto con los árboles, las plantas, ríos y cascadas, es la universidad de la naturaleza por la que han pasado los más sabios curanderos que aportan a la solución de los males que han aquejado a su población.
Muchos sabios de la Amazonía ayunan por largos periodos en la selva, para luego dedicarse al estudio comparativo de las plantas medicinales que tiene la naturaleza, y con ellas sanar las dolencias de sus familiares o habitantes de su etnia a la que pertenecen; es el caso de Saúl Tsere de 37 años de vida de origen Shuar, que desde muy pequeño (8 años) adquirió los conocimientos ancestrales sobre medicina natural que se lo transmitieron sus abuelos, incluso cuenta que curó a su abuela cuando aún era adolescente y desde ese día comenzó su largo trabajo de calmar las dolencias de las personas que lo buscan.
Asimismo, indicó que estos conocimientos no es brujería, es un conocimiento ancestral adquirido de los abuelos que convivieron con la naturaleza, es como el médico que va a la universidad, a parte de su dignidad y responsabilidad al tratar a quienes necesiten una solución a sus enfermedades.
Las plantas se encuentran en estado natural, en la espesa vegetación de la Pacha Mama, la Amazonia es un verdadero laboratorio y farmacia natural, un Jardin Botánico, una variada flora de plantas medicinales nativas que son usadas en esta región durante muchas generaciones, y actualmente son aplicadas como medicina alternativa que han dado resultados positivos, según manifiesta Tsere.
Saúl Tsere, dijo que no se considera shaman, sino es un curandero que sana con plantas medicinales de la selva para apoyar y mejorar el mal estado de la mente y del cuerpo humano.
Incluso, alegó que no es un practicante sino un entendido en ese campo de la medicina ancestral que la heredó de sus antecesores, y conoce el poder de la medicina natural como la ayahuasca y malicahua que utiliza en sus limpiezas. Entre las enfermedades que ha tratado y curado se encuentran la artrosis, osteoporosis, ulcera gástrica, diabetes, próstata y la fatiga mental del cuerpo.
Con la ayahuasca se conoce y se da un diagnostico con respecto a la enfermedad que tiene la persona, con esta planta se puede percibir de que mal sufre el individuo manifestó Tsere, y con la infusión de malicahua que es otra planta selvática, le permitirá ver y observar que le va a suceder, mientras con las hojas de la ayahuasca se realiza una limpieza para mejorar la salud estomacal afectada con alimentos cargados de grasas y otros cuerpos extraños, detalló.
“Mis conocimientos los ofrezco de corazón, tengo un tratamiento muy diferente al de otras personas que se dedican a esta actividad, el mío es de acuerdo a lo que mis ancestros me dieron” confesó Saúl Tsere.
En cada consulta trata a los pacientes con un compuesto de 7 plantas amazónicas como el ajo, ruda, montriño, ayahuasca y una planta olorosa de la selva, primero realiza una limpieza, luego el compuesto de plantas medicinales para sacar la mala energía que se apodera del cuerpo y que provoca la fatiga, con efectos negativos para salud, es energía de otra persona, argumentó.
La confianza ganada por su tratamiento depende que la persona que ha sido auscultada por él, se sienta bien, caso contrario igual volverá a tratarlo hasta que queda satisfecho, adujo.