CHONE, Manabí.- Carlos Alberto Solórzano Zambrano de 34 años de edad y oriundo de Chone, se ha dedicado desde muy pequeño a tallar la madera, convirtiendo las obras que elabora en este material, en verdaderas obras de arte.
Mientras golpea el punzón sobre la madera, Carlos Alberto comenta que esculpir o tallar es un proceso de desgaste y pulido. “Se hace con el propósito de dar una forma determinada a la madera, que puede ser de un objeto concreto o abstracto”, dijo.
Carlos Alberto, se ubica en la parte baja del palacio municipal de Chone y desde allí realiza sus trabajos. “Siempre utilizo la madera, especialmente el moral fino para tallar figuras aborígenes, basándome en el conocimiento que naturalmente tenemos de nuestros ancestros”, acotó.
El escultor chonense afirma que con esta actividad se gana la vida, ya que las personas que se detienen a observar su arte le dejan un par de monedas y luego, también obtiene réditos económicos al vender la artesanía tallada y terminada.
Cuenta que la madera la recoge en la finca de sus padres, ubicada en el sitio Javier del cantón Flavio Alfaro. Dice que en ocasiones también la consigue cuando camina por las calles y recicla los palos que encuentra, y que le parecen aptos para utilizar en su trabajo.
Pide a las autoridades más apoyo para los artistas que nacen por naturaleza con estas habilidades. “Lo que hago es bajo mi responsabilidad porque tengo derecho a vivir y a trabajar. Quienes quieran apoyarme comprando mis obras, me encuentran aquí en los bajos del municipio”, finalizó.