BAHÍA DE CARÁQUEZ, Manabí.- Chirije, es un sitio lleno de magia, leyendas e historia, enigmático y acogedor, con una ubicación privilegiada y en estado puro. Con museo de sitio y cabañas ecológicas, es el nuevo concepto de turismo ecológico y arqueológico a lo largo de la costa ecuatoriana.
Rodeado por 200 hectáreas de bosque seco tropical y 6 hectáreas de planicie que circundan el mar que evidencian la presencia de asentamientos precolombinos a través de 2.500 años de continua ocupación.
La historia de Chirije la descubrió Emilio Estrada, arqueólogo guayaquileño en 1957, quién descubrió una nueva cultura a la que bautizó con el mismo nombre. Las investigaciones de Estrada dedujeron que fue un antiguo puerto en esa parte de América que pertenecía a la cultura Bahía (500 AC-500 DC).
A partir de ese descubrimiento, al menos una veintena de arqueólogos nacionales y extranjeros encontraron nuevas piezas que se consideran faltantes de las antiguas culturas de la Costa, desenterraron vestigios de cerámica, conchas, huesos y restos de las culturas Bahía, Jama Coaque, Chirije y Manteño (500 AC – 1534 DC).
El lugar tiene un museo de sitio sobre la excavación adyacente, los visitantes pueden observar tres fuentes de piezas arqueológicas: El primero con todos los objetos encontrados por los arqueólogos en las excavaciones científicas. El segundo, con las piezas halladas por el personal del sitio y en la superficie de la tierra, y el tercero con los objetos encontrados por todos los turistas que recorren la playa, incluso muchos aún comentan de los misterios antiguos que guarda Chirije.
Para Patricio Tamariz, propietario del sitio, quiere convertir al complejo en un destino turístico referencial, junto a Bahía Ecociudad. “Chirije, es una joya milenaria de nuestra costa que hay que visitar porque no solo es playa, es también historia” argumenta.
Es una zona arquelógica y turística, situada frente a una playa solitaria con cabañas especiales, rústicas pero muy cómodas con energía eléctrica y agua caliente conseguida a través de paneles solares, con bar y restaurante que ofrece deliciosos platillos con mariscos, sumado a la espectacularidad de la flora y fauna que permite que su estadía sea inolvidable y única.