El Tambo, la posada del viajero

EL TAMBO, Cañar.- En tiempos del Tahuantinsuyo, siempre los mensajeros del Inca en su largo trayecto para llevar los mensajes, antes de la caída del día buscaban un refugio para pasar la noche y El Tambo era el sitio apropiado para descansar por eso en lengua quichua “Tampu” significa “Lugar de descanso o Posada”.

Actualmente este cantón, tiene una gran riqueza histórica, cultural y arqueológica, la más grande del país con una población del 50% de origen cañari y el otro 50% de mestizos; es una ciudad ubicada a 3.052 metros sobre el nivel del mar (msnm), con un conjunto arqueológico cañari-inca conocido como Coyoctor, que fue uno de los centros ceremoniales del imperio inca más importante de la provincia, era un sitio sagrado dedicado a las deidades a las cuales se les pedía por la fertilidad de las mujeres y de la tierra, incluso servía como observatorio astronómico.

El sitio arqueológico está integrado por un inmenso conjunto de rocas talladas o estructuras de piedra y caminos empedrados, que cubren una superficie aproximada de 20 hectáreas. Está ubicado a 1.5 km al sur del centro cantonal de El Tambo, se puede ingresar por tres lugares desde la antigua estación del ferrocarril, desde la vía a Ingapirca y desde el puente de Coyoctor en la Panamericana, vía a Cañar.

“Nuestro cantón, tiene una riqueza cultural única que la heredamos de nuestros antepasados y Coyoctor, es uno de ellos”, indicó Alfredo Pinguil, alcalde de El Tambo, tras asegurar que “los Cañaris siempre fueron excelentes tejedores, situación que se mantiene hasta la actualidad, sus tejidos resisten al paso del tiempo y de la moda, sus descendientes siguen hilando en lana de oveja, de buena calidad, confeccionan ponchos, fajas con tejidos de variadas formas y colores”.

La indumentaria cañarí sobresale por sus colores encendidos que utilizan los habitantes de este sector; los hombres utilizan sombrero de lana de borrego de color blanco, adornado con una elegante trenza. La mujer viste polleras (faldas) de colores, principalmente negras, lleva blusa blanca bordada y reata color negro con un tupo (pasador) que le da soporte a la pieza, adornada de collares de perlas rojas, celestes, aretes de plata con motivos propios de la cosmovisión cañarí y su pelo a manera de trenza.

El cantón cuenta con infraestructura hotelera, con precios asequibles desde 15 a 65 dólares y transportación para los visitantes a los centros turísticos como las ruinas de Coyoctor, la estación del tren, museo de la ciudad, la plaza de la Estación, iglesia principal con arquitectura colonial, calles empedradas y coloniales, gran gastronomía andina a base de carne de cuy, chancho y borrego con papa, melloco y choclo.

https://youtu.be/OcSkmWwMT28

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