MANABI, Portoviejo.- Se embarcan en un viaje épico desde el norte del continente, atraviesan México, Centro y Sudamérica; hasta llegar al Ecuador, y se quedan en el parque Las Vegas, en Portoviejo para tomar sus vacaciones de invierno.
Son visitantes VIP, aves migratorias boreales como la Polluela Sora (Porzana carolina), el Tirano Norteño (Tyrannus tyrannus) y la Garcilla Verde (Butorides virescens), quienes increíblemente recorren una extensa ruta de más de 10 mil kilómetros, desde Estados Unidos y Canadá, para refugiarse en el parque durante los meses de septiembre, octubre y hasta marzo; y es que al parecer en la capital manabita encuentran alimentos y áreas atractivas para su estancia.
Estas tres aves migratorias son consideradas especies raras de observar en el Ecuador. Así lo confirma Lisa Brunetti, ornitóloga estadounidense y naturalista, quien desde los dos últimos años ha registrado alrededor de 80 tipos de aves diferentes, entre migratorias y residentes, solo en el parque Las Vegas.
“Aquí he podido experimentar un avistamiento enorme y maravilloso, La Garcilla Verde visitó el humedal durante unas horas. En Estados Unidos es normal encontrarla, pero muy poco común en Ecuador”, detalla Brunetti, quien aseguró que, según su información en la historia de estas especies en Ecuador, solo se han reportado 9 de ellas. Uno de estos avistamientos fue en el parque Las Vegas, siendo el primero que se registra en Manabí.
También ha visualizado, a lo largo del río Portoviejo, el KingBird del Este, en un grupo de 12 aves que permanecieron en Las Vegas por dos meses.
Dentro de la extensa lista de especies registradas también se encuentran el Pinzón Sabanero Azafranado, el Garrapatero Piquiliso, el Periquito del Pacífico, el Tirano Tropical, la Gallareta púrpura, entre otras.
El quiteño Daniel Arias, observador de aves, destaca las bondades de las 10 hectáreas del parque Las Vegas para atraer a la avifauna. “La facultad de estar ubicado al lado del corredor del río Portoviejo, contar con vegetación nativa y el humedal lo convierte en un espacio pleno de atracción para la diversidad de aves”, manifiestó.
Y es que según explican ambos expertos, la creación de áreas verdes en Portoviejo ha sido de suma importancia porque aseguran que la presencia del número de aves y sus diferentes especies son indicadores del estado saludable y la calidad de un ecosistema. Asimismo, se podría generar lo que se conoce como aviturismo. “Es necesario ser proactivos si se está considerando el turismo de observación de aves. Un factor que hay que resaltar del parque Las Vegas es que existen aves muy especiales que no se encuentran en áreas como Mindo”, revela Brunetti.
Alexandra Cevallos, gestora cultural portovejense, destacó que actualmente la capital manabita puede convertirse en una sede de avistamiento de aves, dado la cantidad de especies que se observan. Esto despierta el anhelo de promover un desarrollo de turismo especializado en el cantón. “Este tipo de bondades además humanizan más al portovejense y motivan positivamente la percepción propia hacia la naturaleza, el cuidado de la flora y la fauna”, reiteró.
DATO: El parque Las Vegas de Portoviejo es considerado como el “nuevo pulmón” de la capital manabita; comprende una extensión de 10,5 hectáreas, donde se levanta un imponente teatro al aire libre, con un estilo grecorromano, con capacidad para 1.800 persona sentadas y unas 2.200 de pie.