SANTA ANA, Manabí.- La planta potabilizadora de Guarumo presta servicio desde hace 45 años y de ella se han abastecido varios cantones, entre ellos la capital manabita que desde el año 2000 cuenta con su propio servicio, quedando ahora solo una pequeña parte de la población de la margen izquierda del río.
La planta fue construida por el Centro de Rehabilitación de Manabí (CRM) entre los años 1969-1970 y con el paso del tiempo se convirtió en la principal fuente de dotación de agua potable de la provincia.
Después del 16 A, pasó a ser la principal fuente de abastecimiento en varios cantones, y la primera en ponerse activa después del terremoto. Han pasado los años y la planta ha comenzado a sufrir facturas debido a la falta de mantenimiento la cual se aproximaría a los 4 millones de dólares.
Fernando Cedeño Zambrano, alcalde del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) Municipal del cantón Santa Ana, indicó que la intervención debe ir complementada con trabajos adicionales como líneas de conducción, estaciones de bombeo, instalación de redes secundarias, terciarias, domiciliarias y medidores, el mismo que estaría presupuestado en 19´642.310 dólares.
“Ya se dio un paso en este plan. Con la consecución de los recursos para la adquisición de 2.000 medidores que serán instalados en la cabecera cantonal y las parroquias Honorato Vásquez, Ayacucho y Lodana, las mismas que serán financiadas con un crédito del Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE), agregó Cedeño.
El Alcalde sostuvo que existen pérdidas por concepto de líneas clandestinas y por el consumo de agua de granjas, lavadoras, hoteles, centros turísticos, fábricas de agua, quienes no cuentan con medidores que arrojen el consumo real.
Asimismo, expuso que con recursos propios, el municipio ha invertido en el cambio de la tubería de retrolavado y el cambio del dosificador de cloro gas en la planta que se encuentra en Honorato Vásquez agregó.
Cedeño señaló que la ubicación de la planta es estratégica ya que toma el líquido directamente de la represa Poza Honda. Además, ha sido considerada el agua mejor tratada de la provincia.
Alberto Vélez, jefe del sistema, aseguró que la planta funciona con algunas falencias debido al deterioro por desgaste y con elementos faltantes. Otra de las debilidades son las permanentes roturas de tuberías, lo que provoca interrupciones imprevistas en el abastecimiento de agua.
Recordó que el Municipio se hizo cargo del sistema en el 2011 y recibió toda la infraestructura de parte de la Secretaria Nacional del Agua, con cientos de problemas como consecuencia de los años de existencia.
Finalmente agregó que en países desarrollados el tiempo de vida útil de una planta de tratamiento de agua potable es de 15 años y que solicitaran la participación del comité de reconstrucción para lograr el financiamiento.