Rumiñahui es el destino turístico más diverso del sureste de la provincia de Pichincha en el corazón del Valle de los Chillos, rodeado de maravillosas laderas, estribaciones, cerros y nevados andinos. Ostenta un clima perfecto para visitarlo todo el año y ofrece una variedad de atractivos turísticos naturales, destacándose las riveras del Río Pita y sus 18 cascadas, así como haciendas llenas de historia y leyendas de antaño.
En esta localidad se puede encontrar desde los exquisitos caldos de gallina, yahuarlocro, fritada, cuyes asados, tortillas con caucara, librillo, ville, menudo con mote, chicha de jora, entre otros.
Sin embargo, el plato que ha logrado reconocimiento nacional es el hornado, delicioso preparado que contiene carne de cerdo con trozos de cuero crocante, tortillas de papa, mote, aguacate, tostado, y en varios locales lo acompañan con maduro frito, todo esto bañado por el agrio, una salsa que se elabora con chicha de jora, cebolla paiteña, tomate, ají, perejil, cilantro, entre otros condimentos.
Mucho antes de la llegada de los primeros conquistadores a tierras americanas, el faenamiento del cerdo tenía la condición de acontecimiento social en los pueblos de España, situación que perdura hasta hoy en la Península Ibérica y que se puede observar todavía en algunas poblaciones rurales ecuatorianas.
En Ecuador existen muchos lugares donde preparan el chancho de diversas maneras, como en Tulcán, que es un hornado con bastante líquido y se lo acompaña con mote y papas con cáscara; en Riobamba con mote, mientras que en Guaranda es más rojizo y se vende por libras, de igual forma en Cuenca, entre otros.
La Tradición en Rumiñahui
Existe una tradición en esta localidad relacionado a este delicioso plato tradicional, que según los especialistas en comida típica es muy especial, porque se prepara con ajo, cebolla, sal, comino y especies únicas, se lo deja macerar durante dos días, después durante una noche se lo cocina en «horno de leña», al siguiente día el chancho sale dorado, el cuero reventado y crujiente, despertando el apetito de todos los turistas que llegan y no pueden regresar sin probar este suculento plato típico ecuatoriano.
Julio Pazos Barrera, historiador de la zona, señala que, con el trigo y el cerdo también llegó el horno en leña, para cocer el pan y asar las carnes; Entonces empezó la prodigiosa fusión de los alimentos aborígenes con los traídos por los conquistadores. Así nació la comida criolla y mestiza, tan rica y maravillosamente variada.
La práctica de hornear los cerdos enteros fue heredada de los españoles en tiempos de la Colonia. La costumbre de criar y guisar el cerdo ha ligado íntimamente la imagen de Sangolquí con este mamífero, por lo que esta ciudad es conocida como la capital mundial del hornado, entre sus comensales.
En Sangolquí hasta mediados del siglo pasado casi no había casa que no tuviera su chiquero (establo para ganado de cerdo), en el que engordaban uno o dos chanchos, con los desperdicios de la cocina y con los restos del maíz.
Esta práctica tradicional, junto al clima del valle y sus recursos turísticos, ha hecho del cerdo asado en horno de leña uno de los productos más populares de la gastronomía ecuatoriana. Los principales sitios de expendio se ubican a lo largo de la Av. General Enríquez, en el Mercado Cerrado, y en diferentes locales especializados en la elaboración de este plato tradicional, su preparación y fama data alrededor de cien años atrás.