IBARRA, Imbabura.- Ibarra la Ciudad Blanca a la que siempre se vuelve, no solo es un slogan, sino que es una realidad; pues en la mente de quienes visitan este hermoso cantón quedan plasmadas imágenes maravillosas, y siempre vuelven, porque tienen una variedad de opciones para conocer. Paisajes naturales, tradiciones ancestrales, gastronomía, deportes extremos, son algunas de las decenas de opciones que ofrece esta localidad de la zona norte del país.
A una hora y media de la capital de los ecuatorianos se encuentre Ibarra, compuesta por cinco parroquias urbanas: El Sagrario, San Francisco, Caranqui, Alpachaca y la Dolorosa de Priorato, y siete rurales: Ambuquí, Angochagua, La Carolina, La Esperanza, Lita, Salinas y San Antonio; cada una de ellas con un encanto característico y con diferentes alternativas para recorrer.
A quienes gustan de vivencias comunitarias e históricas pueden visitar Angochagua, lugar el que cada semana se realiza la Feria Turística Agropecuaria en la que se ofertan bordados, talabartería, tejidos, producción orgánica y gastronomía local.
Otras opciones son visitar el museo Carangue, vivir una experiencia diferente en Condor Wasi, las Tolas de Zuleta, realizar trekking hacia el cerro Cunrru, la Laguna de Cubilche, el humedal Yakutiarina, u optar por un recorrido de 2 a 3 horas en bicicleta por espacios naturales de sinigual belleza.
Cabalgatas, ciclismo de montaña, senderismo, avistamiento de aves, caminatas cortas para niños y personas de la tercera edad por senderos de plantas medicinales y una deliciosa gastronomía, son actividades que se pueden realizar en las comunidades rurales de Ibarra.
Variedad para todos los gustos
Y si de degustar un delicioso postre se trata, quienes visitan Ibarra no pueden dejar de probar un helado de paila, con variedad de sabores, que se los encuentra en locales ubicados en el centro urbano de la Ciudad Blanca; o ir hasta la parroquia Caranqui, en donde la especialidad de este lugar son los helados de crema, con el pan de leche calientito con arrope de mora, ofertado en varios locales de este sector.
Mientras que, los amantes de las artesanías en madera tienen la oportunidad de arribar hasta San Antonio, parroquia que recientemente recibió la denominación de “Pueblo Mágico”. Decenas de locales ofertan muebles, crucifijos, figuras humanas, religiosas y de animales, entre otros productos, elaborados por las hábiles manos de los sanantonences.
El Juncal, Carpuela y Chalguayacu, son comunidades afroecuatorianas, en las que se evidencian las tradiciones propias del pueblo negro. Además, una serie de hosterías y balnearios pueden ser visitados por los grupos familiares o amigos; y para quienes gustan estar en contacto directo con la naturaleza, el río Chota está cerca a la Panamericana, accesible para disfrutar de las aguas de esta afluente natural. También se pude realizar senderismo por plantaciones, recolección de la fruta, conocer de cerca las historias de los recolectores de ovos, o ser parte de la elaboración de cesto de ovos.
La Carolina y Lita son lugares en los que se puede recorrer el bosque con variedad de plantas de bambú, orquidearíos, viveros frutales y algunas plantas endémicas; también se oferta la pesca deportiva, visita a cascadas, o al sector La Bocana, lugares de procesamiento de artesanal de chocolate, son sitios ideales para la recreación.
DATO: La Alcaldía de Ibarra, dirigida por Andrea Scacco, apoya en la promoción de los diferentes destinos turísticos, bajo el estricto cumplimiento de la normativa vigente sobre bioseguridad, con el fin de reactivar la economía local. No dude en visitar Ibarra, sitio en el que vivirá una experiencia inolvidabl.