ALAUSÍ, Chimborazo.- El tren llegó a San Pedro de Alausí el lunes 08 de septiembre de 1902, el precursor de la obra fue el Presidente García Moreno, quien inició este proyecto después que la Asamblea Constituyente de 1.861 autorizó la contratación y la finalizó el General Eloy Alfaro. Fue el inicio de la transformación de esta región porque se incrementó el comercio, la agricultura y el cantón se incorporó al desarrollo de la nación.
Por eso Alausí se convirtió en el destino del mundo, motivado por experimentar la inigualable sensación de realizar la excursión en el reconocido “Tren más difícil del Mundo” y recorrer el Zig – Zag de la Nariz del Diablo, majestuosa obra de ingeniería construida en 1901, única en el planeta.
El ferrocarril más difícil del Mundo. No, no es una exageración. La vía férrea del Ecuador fue realmente una de las hazañas más difíciles de la ingeniería de la “Era del Acero”, que construyó pistas de ferrocarril en todo el mundo. Hoy en día, el viaje en Tren hacia la Nariz del Diablo es reconocido como uno de los más bellos del mundo.
Dentro de la historia está que el General Eloy Alfaro, eligió su diseño y ordenó su construcción el 19 de marzo de 1905 y se terminó en 1929. Originalmente se dedicaba a ser bodega de productos y animales, que el tren los transportaba, usaban instrumentos como: El telégrafo, la romana con capacidad de 2000 Kg o 40 qq y plataformas entre otras. La otra edificación adjunta se dedicaba a los pasajeros. Estas edificaciones se emplazaban en plataformas de cemento, que eran el espacio para andén protegido por el considerable vuelo de la cubierta de zinc, y cuya estructura era a base de módulos de madera de Pino Douglass traídos de Estados Unidos.
La Nariz del Diablo es una majestuosa obra de ingeniería construida en 1901. Era el obstáculo más grande al que se enfrentó al trabajo del ferrocarril transandino, una montaña con paredes casi perpendiculares y para salvar este obstáculo se construyó una vía en Zig – Zag en apenas 2 kilómetros aproximadamente de vertiginosa subida o bajada, siendo hoy en día una impresionante obra de ingeniería donde la ciencia venció a los monstruosos obstáculos puestos por la naturaleza andina al paso de la civilización y el progreso. Convirtiendo el viaje en tren en una experiencia única para los apasionados por el vértigo, que llegan de todo el mundo para realizar la excursión ferroviaria hacia la Nariz del Diablo.
En el recorrido esta la Estación de Sibambe, que se construyó en 1931 a 1816 m.s.n.m. Entre los ríos Alausí y Guasuntos que forman el caudaloso Chanchán. La estación conserva dos columnas de mármol en la parte frontal que en el siglo XX soportaban el techo, donadas por los descendientes del General Eloy Alfaro como un homenaje a la obra monumental del ferrocarril. Actualmente la Estación de Sibambe es un refugio para descansar, disfrutar de la naturaleza y vivir la historia de este enigmático lugar.
También los turistas pueden visitar la parroquia Pistishi, antiguamente era la conexión estratégica entre el Austro, la Costa y la Sierra Ecuatoriana; convirtiéndose, en esa época, en un centro de intercambio de productos que dependía de la operación del ferrocarril, en ella existía hospedaje para viajeros, oficinas, cine, tiendas, escuela, etc. Para 1990 sus habitantes habían migrado casi su totalidad porque el ferrocarril estaba a punto de desaparecer. En el presente podemos conocer los vestigios de esta parroquia a 1 kilómetro de la Estación de Sibambe.
Actualmente hay muchas leyendas sobre lo que sucedió en aquella época, una de ellas es que hasta el momento no se descubre el origen de su verdadero nombre. Hay quienes observan en la montaña un rostro y dicen que es la Cara del Diablo. Otros argumentan que uno de los ingenieros ingleses, al analizar el cerro que debían atravesar se asustó y creyó ver una Nariz del Diablo.
También hay quienes aseguran que por la dificultad que día a día se presentaba y el mínimo avance se acudió a celebrar un pacto con satanás, ofrendándoles vidas de cientos de obreros otros dicen miles de trabajadores para lograr cruzar la montaña.
Finalmente existe la historia del robo de las cajas de esterlinas, cuando se estaba construyendo la Nariz del Diablo a inicios del siglo XX. Archer Harman responsable de la construcción del ferrocarril con el apoyo del General Eloy Alfaro, tramitaron en Inglaterra un préstamo en libras esterlinas para continuar con la obra, porque se les acabó el presupuesto, trajeron en moneda metálica. Teniendo como prioridad pagar a los trabajadores que no cobraban algún tiempo y que ansiosos esperaban llegue el fin de semana anunciado como el día de pago.
Hasta que llegue este día guardaron dos cajas de esterlinas en un escondite en la montaña, pero se enteraron los obreros, que en su mayoría eran ladrones y delincuentes traídos de Centro América y Europa, al saber sobre las cajas no desaprovecharon esta oportunidad. Para cuando llegó el tan esperado día, las cajas habían desaparecido.
Se inculpó del hecho a dos esclavos jamaiquinos que fueron golpeados brutalmente, pero de alguna manera un hacendado los socorrió y los ayudo a huir. Años más tarde, un indígena encontró en una parte de la construcción una de las cajas, convirtiéndose así en unos de los hombres más acaudalados de la zona que se trasladó al austro para gozar de su fortuna.