ANTONIO ANTE, Imbabura.– En Antonio Ante culminó el proceso de capacitación en bisutería, repostería, juguetería y productos de aseo, emprendido por el Municipio Local, del que participaron 360 personas de diferentes parroquias del cantón textil.
Esta capacitación permitirá la inserción de pequeños emprendimientos familiares, a fin de mejorar la calidad de vida de ésta población vulnerable.
Fabiola Taxi, de la parroquia Atuntaqui, fue una de las mujeres que asistió a los talleres. Con emotivas palabras agradeció a las autoridades sobre la positiva y enriquecedora experiencia de aprender, relacionarse y compartir las enseñanzas, con las más de 300 personas que fueron parte de este ciclo de capacitación, que inició el 20 de noviembre de 2017.
Las enseñanzas recibidas y los productos elaborados durante estos dos meses, los pequeños emprendedores los exhibieron en una feria que se desarrolló la mañana del viernes en el parque principal de Atuntaqui. Posteriormente recibieron un certificado que avala la aprobación de estos talleres.
El alcalde de Antonio Ante, Fabián Posso, exteriorizó la satisfacción de observar los avances logrados y la exhibición de productos, lo que demuestra que “el aprendizaje, la interrelación social con los demás y los emprendimientos que a futuro se creen, en todo este proceso fue un éxito, además de lograr un cambio de actitud positivo en todo los beneficiados”, dijo.
Recalcó el compromiso de la administración municipal de continuar apoyando la formación técnica en los sectores que requieren mayores oportunidades para crecer y desarrollarse.
Los participantes formaron parte de este emprendimiento de manera gratuita, alcanzando un aporte municipal de 30.000 dólares, monto que cubrió la dotación de materiales y pago de facilitadores. Además, mediante la suscripción de un convenio con la Universidad Autónoma de los Andes (UNIANDES), se brindó capacitación en Contabilidad Básica.
Para doña Fabiola estas capacitaciones, no solo le ayudaron a tener una nueva alternativa de trabajo, le cambiaron literalmente la vida. Estaba pasando por momentos difíciles en su familia lo que le mantenían sumida en la tristeza, pero al asistir a los talleres canalizó sus energías hacia cosas positivas, amplió su aprendizaje y conocimientos.
En la feria vendió todos los productos y obsequió a su círculo de amigos y parientes algunos elementos elaborados con sus hábiles manos. Esta segura que ahora toda esta enseñanza promete ser un pequeño emprendimiento próspero y exitoso.