Con gran alegría y esperanza, el cantón Balsas celebró la inauguración del Mirador Agua Milagrosa, una obra que nace del corazón de su gente y que hoy se convierte en un símbolo de fe, unión y desarrollo para la comunidad.
El nuevo espacio no solo representa una infraestructura física, sino que guarda un profundo significado espiritual y cultural. En este lugar se conserva parte de la historia y las creencias de los balsenses, reforzando la identidad y el sentido de pertenencia de quienes habitan este cantón.
Cada piedra y cada detalle del Mirador Agua Milagrosa reflejan el compromiso compartido de seguir construyendo un territorio más humano, digno y lleno de vida. Con esta obra, Balsas fortalece su identidad y abre sus puertas a nuevas oportunidades de turismo, integración y desarrollo local.
La inauguración del Mirador contó con la presencia de autoridades locales, líderes comunitarios y ciudadanía, quienes participaron con entusiasmo en un evento cargado de emoción y simbolismo.
“Este es un espacio que no solo embellece a nuestro cantón, sino que también refleja nuestras raíces y nuestra fe. El Mirador Agua Milagrosa es un regalo para nuestras familias, para nuestros visitantes y para las nuevas generaciones, que seguirán construyendo la historia de Balsas con unidad y compromiso”, dijo Johanna Aguilar, alcaldesa de Balsas.
El Mirador Agua Milagrosa es, sin duda, un espacio que se erige como testimonio del esfuerzo colectivo y como proyección de un futuro en el que la fe y la unión se convierten en motor de progreso para Balsas.