SANTA ANA, Manabí.- Un ciudadano español, allá por los años 90, quedó maravillado por la naturaleza viva de Santa Ana, cantón de la provincia de Manabí, y por su cabeza pasó la idea de montar una industria en Visquije para aprovechar las bondades y exuberancia de la zona.
La idea del forastero no se concretó por un problema familiar en su natal Galicia, por lo que tuvo que retornar a su tierra natal de improvisto. Esa historia la contó alguna vez un nativo de Visquije, y con ella se demuestra que en Santa Ana, todo es posible.
Este cantón es productivo, generoso, carismático y cuenta, como cualidad importante con la hospitalidad de su gente. “Donde comen tres comen ocho”, decía una vez un agricultor de la zona al ver arribar a su domicilio a cinco personas de manera sorpresiva desde la ciudad de Portoviejo.
Antonio Pico, activista cultural y defensor acérrimo de sus raíces montubias, dice que Santa Ana es vida pura, visible a cada paso. Sostiene que la gente de Santa Ana guarda dentro de su alma y espíritu, sus costumbres ancestrales como nadie. Y es que el entorno invita a aquello, comenta Líder Gómez, presidente del gobierno parroquial de Honorato Vásquez.
Gómez resalta que Santa Ana está ubicada en una zona montañosa en las estribaciones de la cordillera de Chongón y Colonche, rodeado de una grandiosa vegetación verdosa y húmeda.
“Es un lugar donde podemos disfrutar paso a paso, puesto que la naturaleza ha sido generosa, proporcionándole ríos y montañas que forman un corredor ecológico de 41 kilómetros desde Lodana hasta Honorato Vásquez”, dice.
Fernando Cedeño, alcalde del cantón, comenta que a Santa Ana le han llegado a decir “Santa Ana, madre de las aguas”, debido a que confluyen los ríos Pata de Pájaro y Mineral en el sitio Las Mercedes, para formar el Río Grande, conocido como Río Portoviejo. Incluso fruto de aquello, desde la capital de los manabitas nació el apelativo para Santa Ana, como cantón “Donde nace la vida”, en referencia a la gran masa de agua que posee llamada represa Poza Honda.
Estas bondades han contribuido a que en los últimos años el turismo crezca significativamente, exhibiendo como en vitrina de cristal el corredor que nace en el centro de Santa Ana y culmina en Poza Honda.
En un costado de la vía, el turista puede encontrar balnearios de agua dulce rodeados de infinidad de casas campesinas de techo de paja y caña guadua. Con el paso del tiempo, las viviendas se han ido modernizando pero han conservado el material nativo que las hace únicas e incomparables.
El corredor turístico ha pasado a convertirse en importante dínamo de la economía del cantón. A lo largo del mismo, se puede encontrar 34 atractivos, entre ellos puertos, badenes, miradores, cuevas, cascadas, establecimientos de comida típica, hospedajes tradicionales y no tradicionales e importantes centros recreacionales que mantienen una profunda armonía con la cultura, el folclor y las costumbres del santanense.
Poza Honda
Poza Honda pasó a ser, desde el año 1972, el primer estanque de agua que se construyó en Manabí. Es en esta reserva artificial de 14 kilómetros de largo, donde convergen la mayor cantidad de visitantes con los paseos en lanchas, pesca deportiva y otros deportes acuáticos sin motor; además de la posibilidad que da de observar gran variedad de aves, como disfrute para todos aquellos quienes buscan aventuras.
La Ruta de los Abuelos
Este recorrido comienza en la cabecera cantonal, avanza por Las Guaijas, llega justamente a la Casa de los Abuelos ubicada en el sector Río Caña de la parroquia Ayacucho y culmina en Poza Honda, fortaleciendo así el sector turístico del cantón.
La novedosa alternativa se inició con el apoyo del GAL-Sur Manabí (Grupo Acción Local).
La oferta consiste en un paquete turístico de tres días para los amantes de la naturaleza y para quienes quieran reencontrarse con sus raíces culturales.
Gente amable y amante de la cultura
La calidez de los habitantes de este cantón, hace que quien visite Santa Ana quiera quedarse. La gente es amable y siempre está dispuesta a colaborar con el propio o el extraño, potenciando de esta manera el desarrollo económico de su tierra.
Sin lugar a dudas, cuando de turismo rural se trata, Santa Ana aparece entre las opciones más importantes para visitar.
Algunos han llegado a decir que como consecuencia de esa aurora mágica que tiene el lugar, esta tierra parió a los bardos manabitas Horacio Hidrovo Velásquez (padre) y Horacio Hidrovo Peñaherrera (hijo). Otro aditamento a ese comentario son los amorfinos, cuentos y leyendas que se tejen en tertulias nocturnas de los rincones de la Santa Ana profunda.