TALAG, Napo.- Talag es una parroquia rural del cantón Tena que cuenta con una infraestructura turística natural inimaginable, es el mismo paraíso que se esconde entre la espesura de la selva, entre esos lugares se encuentra Alukus, sitio donde emergen dos piscinas naturales con un tobogán natural formados por inmensas rocas, localidad a la que los comuneros la bautizaron con el nombre de “Laguna Azul” por lo cristalina de sus aguas.
Este pequeño poblado que pertenece a la parroquia Talag y a una hora de Tena en vehículo desde el 2011 oferta el turismo comunitario de manera organizada, según detalló Sergio Chiguango Cerda, socio de la Asociación Turismo Comunitario “Laguna Azul”.
Lo primero que un visitante puede percibir al llegar al sitio es la tranquilidad, el relinchar de las aves y el toque suave de las aguas que se escurren entre las inmensas rocas para formar una piscina con aguas tan cristalinas que el cielo, luego de haber atravesado un largo camino asfaltado y una cuarta parte empedrada, en el centro turístico se han levantado cabañas de descanso con hamacas, sitios de relax, saborear comida típica de la zona, mariposarios y de imponentes cascadas en medio de un inhóspito cruce de ríos y vegetación.
El lugar fue descubierto en 1986, en ese momento a muchos le maravilló la exactitud con estaban conformadas las piscinas entre rocas y la formación de correntadas como toboganes.
Uno de los habitantes de Alukus, Samuel Tapuy, manifestó que la “Laguna Azul” es una poza de formación natural cuyo nombre ancestral es “Waysa Yaku”, que significa “la poza de la wayusa”. Fueron los primeros habitantes mestizos que bautizaron el lugar como laguna azul, por su color.
Para los autóctonos, el lugar es sagrado porque los ancestros realizaban rituales de energías, ahora lo ofrecen a propios y extraños. Mensualmente reciben a cerca de 400 turistas, en feriado la cifra se duplica, su mejor promoción dicen han sido los propios turistas a través del boca en boca.
Sergio Chiguango dijo que están invirtiendo para que en los próximos meses contar con el servicio de hospedaje.
Entre los servicios que ofrecen se encuentra la danza típica, artesanías y el reconfortable paisaje natural del entorno.
“Somos amigables con el medioambiente y es lo mismo que piden a los turistas, comenta Samuel Tapuy. “Se les enseña a caminar por los senderos y en especial no arrojar basura y conservar la fauna y flora”.
Gerónimo Vera, turista guayaquileño no le interesó viajar 10 horas desde su natal ciudad para conocer la laguna, asegura que es un sitio maravilloso y existe una buena consagración entre el cuerpo y la naturaleza; las mariposas se asientan en uno y no se despegan hasta que uno abandone el lugar, indicó.