“La ciudad de aves y cascadas”, como se la ha denominado a Zamora, está caminando hacia la modernidad con las nuevas obras de regeneración urbana emprendidas por el alcalde Héctor Apolo Berrú, quien en sus 16 meses de administración está mejorando la calidad de vida de sus 25.510 habitantes.
Desde el Programa “Zamora Progresa” que transmiten las Radios “La Voz de Zamora” y “Amazonas”, cada viernes el alcalde informa los avances de las obras y las nuevas propuestas planificadas para dotar de alcantarillado, saneamiento ambiental, adoquinado, infraestructura vial y mejoramiento de la oferta turística de esta tierra donde se conjugan la cultura mestiza y grupos étnicos autóctonos conformados por Shuar y Saraguros.
La inversión municipal se ha visto reflejada en importantes obras como el Anillo Vial Bombuscaro, recientemente inaugurado a un costo de 360.000 dólares, para facilitar la movilidad en los barrios Santa Elena, Las Ballenas y San José, y facilitar el ingreso hacia importantes sectores turísticos del cantón.
Se han intervenido 40 kilómetros de vías urbanas y rurales, donde se ha colocado asfalto o adoquín. También se han construido redes de alcantarillado en los sectores de Timbara, Tunantza Alto, Guaguayme Bajo y Guadalupe, con una inversión de 1.300.000 dólares, y además se ha recuperado el botadero del Barrio El Genairo y entregado 500 tachos de basura. “La obra no se detiene y nuestro compromiso de mejorar a nuestro querido cantón se acrecienta”, señala el alcalde en su programa radial
Zamora cuenta con hermosos parajes, 20 kilómetros antes de llegar a la ciudad, está la cascada “Velo de Novia”, la famosa caída de agua al pie de la carretera, que constituye uno de sus mayores atractivos y que nace en las estribaciones del Parque Nacional Podocarpus, una de las Reservas de Biosfera del Ecuador.
Cae la noche en Zamora y vuelve la llovizna para bajar aún más la temperatura promedio de 20 grados centígrados, en esta hermosa ciudad ubicada a 970 msnm. Las calles se van tornando desoladas, los negocios cierran y la gente vuelve a la calma, mientras en medio de la oscuridad, el “Reloj Gigante de Zamora”, de 30 metros de diámetro -uno de los principales íconos de la ciudad-, construido sobre el césped de la Loma de Las Tres Cruces, en la avenida Héroes de Paquisha, ilumina a los zamoranos y suena cada hora para recordarles que el tiempo avanza graciosamente en la encantadora y mágica “Tierra de aves y cascadas”.
