Los gestores ambientales, antes llamados recicladores o minadores, son los actores básicos de las políticas ambientales para evitar la contaminación y preservar limpio el planeta.
En el cantón Rumiñahui, a través de la Dirección de Ambiente, el Municipio califica, certifica y capacita a quienes realizan esta labor; actualmente son 104 gestores habilitados que son parte del manejo integral de residuos sólidos y peligrosos.
El papel del gestor va más allá de recoger y clasificar la basura, con su labor, los desechos son reutilizados como materia prima para la elaboración de nuevos productos, además, los disponen en sitios adecuados.
Con el reciclaje de papel y plástico, se aporta a disminuir la tala de árboles; con ello el ambiente se mantendrá más sano, señaló Carlos Vacacela, técnico ambiental. Igual sucede con el reciclaje del vidrio y los desechos orgánicos que son reutilizados para la elaboración de abono, para el cultivo de alimentos orgánicos y sin ocasionar daño al suelo.
El Municipio reconoce la tarea del gestor ambiental, quien a más de lograr un ingreso económico, está comprometido con el ambiente. Se señala que es un trabajo dignificante, para el cual se emitirá una guía de buenas prácticas ambientales y se les dotará de una identificación de gestor calificado, que facilitará su trabajo.
Margarita Llumiquinga, gestora ambiental calificada, que en los últimos años sustenta a su familia con los alrededor de 100 dólares mensuales que obtiene del reciclaje, recorre y clasifica residuos de los ecotachos del sector de San Pedro.
Su rostro se ilumina cuando encuentra un gran trozo de plástico, de lo que alguna vez fue un recipiente o cuando encuentra botellas plásticas, papel y cartón, en medio de desperdicios de alimentos y otros residuos. Eso vende a 80 centavos el kilo. “El trabajo es duro, pero sabemos que a más de obtener un dinerito, estamos contribuyendo a que el ambiente en el que vivimos sea más sano por mucho más tiempo”.
Ella es la líder de un grupo de diez mujeres, consideradas de esta categoría, porque no cuenta con un local para almacenar. El material lo entregan a una gestora tecnificada en Conocoto, llamada así porque se encarga de transformar lo reciclado en otro producto.