LAGO AGRIO, Sucumbíos.- La Amazonía Ecuatoriana tiene una gran riqueza tradicional, natural, cultural y turística que permanece intacta en varios territorios. Una de ellas es la comunidad Cofán – Dureno, ubicada a orillas del río Aguarico, a 30 minutos de Lago Agrio. Es uno de los principales asentamientos indígenas de este cantón, cuya población no sobrepasa de 700 personas, quienes mantienen su lengua y costumbres intactas.
Llegar a este lugar representa una verdadera aventura para los amantes de las actividades turísticas. Empezamos la experiencia de conocer más del Ecuador muy temprano. Abordamos una lancha que en menos de 10 minutos, y en medio de un calor húmedo, nos llevó por las tranquilas aguas del Aguarico, hasta la orilla en donde inicia la comunidad Cofán – Dureno.
Al llegar, escuchamos como sus pobladores hablan en A’ingae, lengua propia de esta localidad y que se mantiene, pues los adultos la enseñan a sus hijos para que su lengua materna no desaparezca. Además, conocimos más de esta comunidad al observar sus costumbres; una de ellas es la danza Sukú (tucán) en la que las mujeres con sus trajes coloridos bailan ritmos tradicionales.
Nos contaron que ellas se dedican al cuidado del hogar, y a la elaboración de artesanías hechas con productos naturales, que los encuentran alrededor de sus viviendas. Achira, chocho rojo, semillas negras, fibra sacada de la palma de chambira son utilizadas para hacer una variedad de bisutería.
Observamos como hábilmente transforman las semillas multicolores en pulseras, collares, bolsos, y para dar más tono a sus creaciones, usan alas de escarabajos verdes fosforescentes y pequeñas piedras encontradas en los ríos, entre otros elementos; artesanías que posteriormente las comercializan con quienes visitan su comunidad, o en ferias realizadas en la urbe de Lago Agrio.
Gladys Vargas, de 34 años de edad, nos cuenta que aprendió todo esto de su madre y abuela desde que tenía 12 años. Ahora ella enseña esta práctica a los menores de su comunidad. Las mujeres nos cuentan que mientras ellas realizan estas labores, los hombres se dedican a la cacería, pesca, y a los cultivos de café y plátano verde, en sus pequeñas parcelas.
Más de una opción para conocer
Quienes ahí viven, cuentan que los ancianos son los más respetados de esta comunidad, pues con sus saberes mantienen la riqueza cultural intacta y son ellos quienes se dedican al shamanismo, considerada como una práctica medicinal.
Los lugareños acuden a los shamanes en busca de cura para sus enfermos. Los taitas acostumbran a beber el yagé, poción que aseguran les permite ver lo que tiene el enfermo y entender lo que pasa en la comunidad.
Su vestimenta es muy peculiar y se denomina ondiccu’je (ropa preferentemente de color negro); llevan camisas de manga alta, adornos en la parte de sus hombros realizados con semillas y productos de la localidad; portan collares pulseras coloridas y una especie de corona realizada con plumas de aves en su cabeza, además los más ancianos tiene una pluma en su nariz.
En este lugar, a más de conocer la riqueza y tradiciones de sus moradores; nos adentramos a recorrer el territorio integrado por bosques primarios, ríos, humedales misteriosos y miles de especies de plantas y animales. Observamos la biodiversidad en su máxima expresión.
Nicolás Ortiz, de la Comunidad Cofán Dureno, nos guió por el bosque. El sonido de los pájaros nos envió inmediatamente a un ambiente de paz, que hace de ese momento una experiencia para no olvidar.
A cada paso se observamos una variedad de flora y fauna única. Luego de 30 minutos de camino llegamos a un espacio en el que se encuentra uno de los árboles más antiguos del lugar. Se trata del A´intagae, de aproximadamente 40 metros de altura, con un tronco de casi 3 metros de diámetro, y que según cuentan los lugareños es un árbol que cuida a la comunidad y ahuyenta a las malas energías.
Mientras permanecemos en el bosque, nuestro guía nos cuenta que como parte de las leyendas de la comunidad Cofán Dureno está el Vajú, un duende que habita en los ceibos; los kunkuan que son personas que viven debajo de la tierra, la Apicha Pushesu, mujer de barro o los Attembi A´i, gente invisible.
La lluvia se presentó en grandes gotas de agua y el tiempo nos quedó corto para seguir conociendo más de las riquezas de la Comunidad Cofán Dureno; volvimos a orillas del río Aguarico y tomamos la canoa para transportarnos a nuestro lugar de inicio; pero con la convicción de volver a este mágico lugar amazónico.
La Alcaldía de Lago Agrio, dirigida por Abraham Freire Paz, promociona constantemente las riquezas naturales, turísticas, gastronómicas, tradicionales, y todo el potencial con el que cuenta cada una de las parroquias de este cantón.
DATO: Con el eslogan Tierra de Colores, Lago Agrio le espera para que disfrute de un momento diferente e inolvidable y, sobre todo, para conocer más a fondo el Ecuador. ¡Todos invitados a la hermosa Amazonía!