Corpus Christi, dulce y colorida tradición azuaya

CUENCA, Azuay.- Aproximadamente 120 artesanos deleitarán los paladares de los cuencanos y de los turistas que visiten la “Atenas del Ecuador”, en la fiesta del Septenario y Corpus Christi, que se realiza en honor al Santísimo Sacramento o Cuerpo de Cristo.

 

Desde este jueves 31 de mayo, hasta el 7 de junio, tendrá lugar la feria por la fiesta religiosa, en los alrededores del Parque Calderón.

Pablo Barzallo, director municipal de Áreas Históricas, detalló que unos 220 funcionarios, entre guardias ciudadanos, agentes de tránsito y brigadas de cuidado patrimonial, se ocuparán del orden en los sectores designados para los puestos de venta.

 

Sus inicios

Corpus Christi es una de las fiestas religiosas más tradicionales de Ecuador, que mantiene características mestizas. Según el ‘Atlas alimentario de los pueblos indígenas y afrodescendientes del Ecuador”, esta festividad era realizada por los indígenas que habitaban en Cuenca y en Pujilí, en cada territorio con sus diferencias.

En Cuenca se conmemora la festividad aproximadamente desde su primer año de fundación como ciudad, y junto a la fiesta del Pase del Niño Viajero, se considera una de las mayores reuniones religiosas.

La tradición

Durante el septenario por la festividad, se organizan procesiones y ceremonias religiosas, que están a cargo de los priostes que pagan los gastos de los festejos que incluyen juegos pirotécnicos, quema de castillos, lanzamiento de globos de papel, bandas de pueblo, juegos populares, comparsas, danzas folclóricas y juegos pirotécnicos en el centro de la ciudad.

Los dulces

Otra parte esencial de esta festividad, son los famosos “dulces de corpus”, que se expenden en numerosos puestos alrededor del parque central durante el septenario.

La elaboración de los dulces se remonta a tiempos de la Colonia, cuando se elaboraban deliciosos bocadillos como arepas de maíz, alfajores, quesadillas, cocadas, turrones, huevos de faltriquera y roscas, a los que año tras año, se fueron incorporando hostias, alfajores, cocadas, cortados de frutas y confites en general.

Por todo esto y mucho más, el Corpus Christi o “Septenario” cuencano, es una de las celebraciones más coloridas del país, reflejo de la cultura popular y religiosa de un pueblo amante de sus tradiciones, que a pesar del paso del tiempo, no desaparecen.

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